En la calle Andrés Piquer, 4
Este local abrió sus puertas en los años 70 en Zaragoza. Y durante veinte años fue uno de los máximos exponentes de las casas de pescado y marisco en Zaragoza. Recientemente, el hijo del anterior propietario ha vuelto a abrir el negocio.
En su menú no faltan las paelladas, las ostras, las puntillas, los chipirones, los boquerones… ofreciendo también unas fideuás y unos arroces muy sabrosos. Un local de los de siempre que ahora trae aires renovados.