El Parque Natural del Monasterio de Piedra se emplaza en un paisaje muy verde donde cascadas, lagos y arroyos conviven con senderos y caminos. Su localización junto al Río Piedra es la causa de su diversa flora y fauna, lo que la ha convertido en una zona de importante riqueza biológica.
Los orígenes del parque se remontan a 1843, cuando Don Pablo Muntadas Campeny adquirió el monasterio a través de una subasta. Su hijo, el poeta español Juan Federico Muntadas Jornet, sería años después el fundador del parque. Desde entonces, la quietud del lugar y el frescor de sus cascadas han convertido al Monasterio de Piedra en uno de los emblemas naturales de Aragón.