El Carnaval de Luco del Jiloca fue recuperado en 2003 por la Asociación Cultural Zarragones. Su base son los tres grupos de personajes de los que los habitantes de la localidad se disfrazan.
En primer lugar, los zarragones son la identificación del Carnaval. Son unos personajes caricaturescos y bonachones, pero cuyo significado se desconoce, pues se perdió en la tradición con el paso de costumbres de generación en generación. Quien se disfraza de Zarragón cubre su cuerpo con sacos y chaquetas viejas y se pinta la cara de negro.
En segundo lugar, los diablos son los “enemigos” de los Zarragones. Son tristes y aterradores, y sus ropajes son similares a las vestimentas eclesiásticas. Se visten con sayones negros y enaguas blancas y también se pintan la cara de negro.
En tercer lugar, las madamas son la representación femenina del Carnaval. Su fin es divertirse, a la vez que reivindicar sus derechos. El origen de este personaje reside en el machismo que existía en la sociedad española antigua.